domingo, 13 de julio de 2008

La ultima semana. Relax en la playa

La ultima semana. Relax en la playa
Hola
He tardado un poco mas de la cuenta. Es que he tenido que escanear las fotos que hice con la cámara submarina.
Gracias a todos por leerme hasta ahora.
Bueno, aquí va la primera parte del resto del viaje. Espero que os guste.

***********
Epilogo de Safari
La despedida a las dos personas que compartieron su vida con nosotros estos días fue entrañable. Abrazos, intercambios de correo, unas pocas palabras de Ezzat en español que había aprendido estos días. Les agradezco su gran paciencia y ganas de ayudarnos por encima del deber de su trabajo de llevarnos y traernos. De verdad, después de esos días ya los veíamos como de la familia.
El choque al llegar a “la civilización” fue enorme. No os podéis imaginar la sensación de estar en mitad del desierto, solos, nuestros guías, nosotros y nadie más. En estos 5 días de safari efectivos no hablamos con nadie en español. No vimos a ningún occidental a excepción del día de la subida al Sinai. De repente, llegábamos a un sitio lleno de gente, con espacios cerrados, nada que ver con lo que teníamos estos días. Incluso en los cañones era menos opresivo.
La aclimatación fue rápida, pero traumática.

Día 8.
Este día cambiábamos de Hotel. El tropicana Roseta es el hotel que corresponde al safari, pero como ya dije al principio. No nos gustan los hoteles en plan resort con casitas desperdigadas y lejísimos del comedor o de la playa. Aquí vino la primera sorpresa. La persona de Kuoni que tenia que llevarnos de un hotel a otro era Baha! Cuando le vimos llegar casi no le reconocemos, estaba de punta en blanco y con corbata. Nos reímos un rato después de haber estado todos estos días en camiseta, era una impresión. Baha nos lleva al nuevo hotel. No esta muy lejos, en la otra punta de la bahía de Nama (el nuevo Sharm el Seik). El nuevo hotel era el Helnan Marina. Era más feo que el otro, pero más practico. La playa estaba al lado y no hay que hacer una excursión con plano para ir al restaurante a desayunar.
Baha nos contó las excursiones que podíamos hacer estos días (no las recuerdo todas, solo las que cogimos): Excursión a Rash Mohamed, excursión a la Isla de Tiran y como no, no aprendíamos y no habíamos quedado saciados de polvo, el Cañón coloreado. Las dos primeras eran para ver pececillos en plan snorkel. Ninguno de los dos sabíamos bucear, y no queríamos hacer los bautismos de buceo, o cursos acelerados.
El día lo tomamos con tranquilidad. Había que descansar de la semana pasada. Bajamos a la playa, nos buscamos un sitio. La playa es amplia con sombrillas y tumbonas. Cogimos las gafas de bucear y nos disponíamos a estrenarlas en la playa de nuestro hotel. La pendiente de la orilla es muy pequeña, ya llevamos 20 metros dentro del agua y no nos cubre más de la rodilla. De vez en cuando nos sorprenden (con el agua por debajo del bañador) pececillos nadando a nuestro alrededor. He de reconocer que somos un poco paletos con esto de la playa. Nosotros somos siempre de visitar desiertos, monumentos, ciudades, no nos gusta mucho esto de “turismo de playa” y todo nos sorprende. Cuando empezamos a nadar, vamos hacia el sitio donde se ve la gente con el snorkel. Y cuando miramos hacia abajo, intentando acostumbrarnos al snorkel no se cuanto había de profundidad, pero muy poco (dos o tres metros) hay unas rocas que llegan hasta la superficie en vertical, y nadando entre anémonas y corales decenas de pececillos azules, verdes, amarillos, peces payaso, peces mariposa… cantidad de especies distintas. Parecía la cantina de la Guerra de las Galaxias (esto es un chiste para frikis). Había como mucho dos peces de cada especie. Nos tiramos aquí las horas y cuando digo horas, son horas muertas mirando como se movían los pececillos. Había varias formaciones rocosas pero todas muy cerca de la costa. Como mucho 30 metros. Ya lo veréis en las fotos para haceros una idea. Tuvimos que forzarnos a irnos de este maravilloso espectáculo al lado de nuestro hotel.
Por la noche nos fuimos a conocer “la ciudad”. Nama Bay es un conglomerado de hoteles. Con un centro comercial, y una zona de restaurantes y bares. Pensábamos en la noche pasada, durmiendo en el oasis. Y hoy en un sitio que por comparación nos parecía Las Vegas. Todo bullicio, luces, chicas cebo de discotecas. Nos hizo gracia ver a la gente intentando acercarse a la cultura árabe en bares de copas con cojines en el suelo tomando caipiriñas y fumando pipas de agua.
Después de esta semana que estábamos un poco abrumados por tanta gente, tanto ruido, tanta luz. Nos tomamos un café en un sitio que iba a ser nuestro lugar donde terminar cada noche. Una cafetería italiana al final del paseo. El café era muy bueno, y al estar al final tenía una relativa tranquilidad. Poco más que hacer, y que contar. A la cama, mañana será otro día.

Día 9
Como ya tenia hecho mi cuerpo a levantarme temprano, aproveché para hacer unas fotos al amanecer desde la habitación. Me di cuenta que dábamos al este, y no pude resistirme. Eso fue sobre las 5:35 de la mañana.
El día de hoy no tubo mucho que contar, teníamos prevista una salida a ver los fondos marinos de Rash Mohamed, pero se aplazo la excursión. A si que tuvimos el día para holgazanear en la playa. Y explorar todavía mas nuestro fondo marino particular. Descubrimos nuevos arrecifes a la izquierda de nuestra playa. Seguían estando a tiro de piedra de la playa y eso donde alguna compañía hace los bautismos de buceo. Vimos uno por debajo de nosotros mientras nadábamos por la superficie.
Cuando fuimos a buscar un sitio para comer descubrimos que todo estaba cerrado. Los restaurantes cerraban a las 13:00. A esa hora todavía estábamos en la playa. Somos españoles, y tenemos otro horario de comidas. Y por mucho que queramos no nos entra hambre a las 12:30. En el paseo principal descubrimos un Hard Rock que estaba abierto, a si que entramos allí a comer. De acuerdo que no era muy “egipcio” ni muy “cultural” pero era la única manera de comer algo.
Por la tarde volvimos a la playa, y por la noche volvimos a pasear por el mismo camino de anoche lleno de turistas y bullicio. Tomamos café en el mismo sitio y nos volvimos a cenar y dormir al hotel.

Día 10
Ya estábamos un poco hartos de no hacer nada. Por la mañana nos fuimos a conocer el Viejo Sharm el Seik. Para llegar allí, había dos posibilidades: un taxi normal o un taxi colectivo. El taxi normal eran 20libras y el colectivo 1 a si que no había mucho que elegir. Hasta llegar a la parada de los autobuses atravesamos el paseo peatonal que por las noches esta lleno de gente paseando. A esta hora (las 9:30) estaba desierto. En la parada cogemos un autobús colectivo y cometemos el error de preguntarle el precio 2 libras. De repente nos lo duplicaron. Pero bueno, era temprano y no estábamos del todo seguros del precio. Pagamos y nos llevaron en el taxi colectivo. Era una furgoneta con asientos atrás, ya había “locales” dentro y cogimos más de camino. Al final íbamos un poco apretados pero nos avisaron a tiempo para bajarnos en nuestra parada. El Viejo Sharm es el antiguo pueblo de pescadores. A su alrededor han hecho muchos hoteles. Aun así, se podía ver todavía un poco de la vieja población con tiendas la mayoría ahora para turistas, pero también había tiendas normales y cosas locales. Había muchas tiendas abiertas, pero otras sobre todo restaurantes y cafeterías estaban cerrados (suponemos que por el Ramadam). Seguimos paseando, no había casi nadie por la calle. Nos sorprendió un sitio en el que hacían algo muy extraño. Voy a intentar explicarlo: era un tubo de cómo un metro de largo y dos centímetros de ancho lleno de agujeros por los que salían unos hilillos de una especie de jarabe. Estos hilillos caían en un disco ligeramente convexo donde solidificaban y caían al lado formando madejas. Esos hilillos estaban preparados para hacer bailabas y dulces parecidos. La maquina nos sorprendió bastante.
Vimos bastantes tiendas y ojeamos los precios de las cosas para hacer regalos. Aquí estaba todo mucho mas barato que en Nama Bay.
Poco más.
Volvimos a Nama bay en otro taxi colectivo. A este no le preguntamos el precio, directamente le pagamos una libra y no nos dijeron nada.
El resto del día nada que contar.

Día 11
Más de lo mismo.
La excursión que estaba prevista para hoy, también se retraso. Yo ya estaba empezando a ponerme nervioso. Nos decían que las haríamos los días siguientes, pero cada vez quedaban menos.
Por la noche, la única novedad fue uno de esos espectáculos con danza del vientre y derviches en nuestro hotel. El derviche estuvo fenomenal, impresionante. Ya he visto varios de este tipo, y ninguno tan bueno (en mi ignorancia) como este. A chica de la danza se la ocurrió sacar a alguno de los rusos medio borrachos y tubo algún problemilla mínimo con manos “mal colocadas”. Nuestro hotel estaba lleno de rusos. Todos, menos nosotros dos, eran rusos.

Día 12
Por fin, la primera excursión a Rash Mohamed.
Nos llevan al barco que salía del Viejo Sharm. Allí cogemos las aletas. Las gafas y el snorkel lo llevábamos nosotros. Te los daban también si querías (venia incluido), pero mi cabeza no es demasiado estándar, parece ser. Y no me vale cualquiera. En un viaje anterior a Jordania en Accaba alquilamos gafas y aletas y continuamente me entro agua. Casi no disfrute de la jornada de snorkel. Desde ahí decidí que si lo hago otra vez vendría con mis gafas.
Un rato en el barco. Cuando íbamos llegando se veían los corales y el color del mar cambiaba de un azul oscuro a un azul verdoso claro luminoso. Tuvimos 3 salidas de cómo 40 minutos cada una que se pasaban en 5 minutos. En las salidas íbamos detrás de un guía que nos llevaba por la zona segura y a las zonas más interesantes. El mar estaba lleno de vida. Allá donde miraras veías miles de pececillos de miles de colores distintos. Peces rojos que se movían como un solo ser y que cuando veían algún peligro se colaban entre los corales todos juntos. No sabíamos a donde mirar. Una de los regalos que nos dio el mar ese día fue divisar una tortuga enorme que se alejaba de nosotros.
Todo lo que veíamos nos sorprendía, nos emocionaba. Éramos novatos en esto de bucear y se notaba.
Al terminar, y cuando volvíamos a puerto, tuvimos que rescatar a un barco que estaba a la deriva y nos retrasamos un poco. Pero todo estuvo muy bonito.
Al volver por la tarde al hotel todavía teníamos ganas y como teníamos el bañador puesto volvimos a la playa y nos tiramos allí otro buen rato recordando las emociones de la primera parte del día y viendo a una escala mucho menor los pececillos del fondo del mar. Se estaba convirtiendo en una obsesión.
Mañana volveremos a nuestra otra obsesión en este viaje. Los cañones. Mañana será el día del Cañón Coloreado.

Algunas fotos
Foto 1 : Paseo de Nama Bay de noche, lleno de gente.
Foto 2 : Gogos de discoteca
Foto 3 : Exposición de alfombras dentro del centro comercial

Así podeis haceros una mínima idea del cambio tan grande del desierto a la "civilización"
Imágenes Adjuntas

Pececillos de la playa de Helnan Marina
Estas fotos están tomadas a menos de 20 metros de la orilla de la playa del Helnan Marina.
Están hechas con una cámara acuática deshechable sin flash. Y para que os hagais una idea: dentro del agua no es posible casi apuntar, o mirar por la mirilla de la camara, o nada que se parezca. Tu estas flotando e intentas apuntar a ojimetro totalmente a un bicho que no para de moverse. Es muuu dificil

Estos comentarios son para que os deis cuenta que soy un paleto con esto de hacer snorkel. Todo me sorprendía. Todos los pececitos de colores preciosos.

Otra cosa. Lo reflejado en estas fotos, no se asemeja ni con mucho a lo que se ve alli.
Imágenes Adjuntas

Old Sharm El Seik 01
Foto 1 Muestra de cojines
Foto 2 Nama Bay vacio por la mañana
Foto 3 Viejo Sharm
Foto 4 Tienda de fruta. (me encantan estas fotos )
Imágenes Adjuntas

Viejo Sharm 2
Foto 1 Carniceria
Foto 2 Aparato para hacer "hilillos de azucar" para baklavas
Foto 3 Hilillos de azucar (detalle) Me resultó el aparatito, y los hilillos en sí, muy curiosos y por eso os los pongo. No se si alguno los habria visto antes.
Foto 4 Coffe Shop cerrado. Era ya hora de que estubiera abierto, pero el Ramadam hacia que estubiera cerrado hasta la puesta de sol. Aqui se acabaron nuestras espectativas de tomar un cafe a media mañana, con la falta que nos hacia, por lo menos a mi.
Imágenes Adjuntas

Parque Nacional de Rash Mohammed
Estas fotos son una nimia representación de la grandiosidad de los fondos marios de Rash Mohammed. Da igual donde miraras, todo estaba lleno de millones de peces de colores.
En la playa de mi hotel aún habiendo mucho que ver, no se puede comparar. Ademas, aqui (logicamente) los corales estaban mas "enteros".

Para aqui me compre una camara sumergible, analogica sencillita que estaban muy baratas en NamaBay. Las fotos ya son con flash.
Todo esta tomado desde la superficie. Haciendo snorkel. Sin necesidad de bucear.
Imágenes Adjuntas

No hay comentarios: